Qué estoy leyendo


Acá encontrarás unas líneas sobre los libros que me acompañan cuando viajo en tren. Algunos son específicos sobre entrenamiento o temas afines (nutrición, salud, etc.) y otros tienen muy poco que ver con la actividad física. Sin embargo, de todos ellos aprendí algo. De cada uno te dejo una cita y te cuento tres de las cosas que no sabía antes de leerlos. Si tenés opiniones sobre estos textos, o libros para sugerir, me encantaría escucharte. Podés dejar tus comentarios al pie de esta página.

Los próximos libros que poblarán esta página son: Cómo como, de Natalia Kiako; Comé bien, corré mejor, de Karen Cámara; On Writing [Mientras escribo], de Stephen King; Anatomy for Runners, de Jay Dicharry; Simple Marathon Training, de Jay Johnson; Peak Performance, de Brad Stulberg y Steve Magness; Rising Strong, de Brené Brown.

El personal trainer científico, de Germán Laurora
Este es un libro corto, didáctico y específico para vos, que querés hacer actividad física, pero no sabés por dónde empezar. O vos, que ya empezaste, pero estás llena de preguntas. Si después de leerlo querés profundizar en alguno de los temas, el libro incluye referencias a libros y artículos académicos.
Entre otras cosas, Germán me enseñó:
1: El volumen y la intensidad son dos variables básicas de entrenamiento. El volumen es el tiempo que estás haciendo una determinada actividad. La intensidad, en cambio, es el nivel de esfuerzo con el que hacés el ejercicio. Por ejemplo, ponele que un día salís a caminar veinte minutos y otro día salís a correr veinte minutos. El volumen de las dos sesiones es el mismo (veinte minutos), pero la intensidad de la segunda sesión es más alta, porque para correr realizás un esfuerzo mayor. El volumen y la intensidad se combinan de distinta manera en función de la etapa del entrenamiento en la que estés y del objetivo que tengas.
2: El índice de masa corporal, que se calcula dividiendo tu peso por el cuadrado de tu altura, es un indicador que solo sirve en algunos casos. No sé si se seguirá haciendo, pero en una época los médicos te decían que si este valor estaba por encima de 25, tenías sobrepeso. Aún en mis épocas más flacas, siempre estuve por encima de ese valor y llegué a preocuparme. Laurora explica que una de las cosas que este valor no tiene en cuenta es la cantidad y distribución de tu grasa corporal. No tengo que torturarme por el simple hecho de que mi índice de masa corporal sea alto. ¡Gracias, Germán!
3: Si hago actividad física a intensidad media-alta, contribuyo a mantener mis huesos sanos, pues el estrés mecánico producido por la contracción de los músculos en las inserciones de los huesos estimula la actividad celular y el depósito de minerales en los puntos estresados.
De El personal trainer… te dejo esta cita: “La glucosa y los ácidos grasos (hidratos de carbono y grasas, respectivamente) son utilizados en distintos porcentajes según las necesidades de intensidad y volumen de la actividad física realizada. Si estamos jugando a algún deporte con pelota (fútbol, básquet, vóley, tenis, etc.), seguramente necesitaremos realizar movimientos de alta intensidad con cambios de dirección, frenadas y aceleradas y en volúmenes bajos. Las moderadas reservas de glucosa de nuestros cuerpos se movilizarán para producir el ATP (moléculas de alta energía) que necesitan nuestros músculos. Si salimos tranquilos a correr o andar en bicicleta por el parque al principio también utilizaremos nuestras reservas de glucosa. Pero si la actividad se prolonga y la intensidad es moderada o baja, nuestro sabio cuerpo empezará a utilizar sus inmensas reservas de grasa (combustible más económico) y disminuirá el uso de sus limitadas reservas de glucosa”.


Bird by Bird [Pájaro a pájaro], de Anne Lamott
Además de ser escritora, Anne Lamott da talleres de escritura. De una manera muy cruda y directa, en este libro muestra sus miserias y no lo hace en plan de “vean que genia que soy”, sino usa ejemplos de su propia vida están al servicio de que uno aprenda a escribir bien. El libro fue escrito en inglés, pero también hay una edición en español.
Te dejo tres cosas que aprendí de Anne, más una de yapa:
1: Si tenés voces (en tu cabeza y fuera de ella) que te dicen que sos una fracasada, una impostora que nunca va a llegar a nada (como correr un maratón, ponele), está todo bien. No sos la única a la que le pasa.
2: Si querés pasarte la vida escuchando esas voces y angustiándote por lo que te dicen, también está todo bien. Pero seguramente en algún momento vas a querer hacer algo más productivo (como empezar a mover el culo y ver cómo hacés para correr ese maratón, también ponele).
3: El perfeccionismo es tu peor enemigo. Cuanto antes aceptes que no sos perfecta, mejor. Emprendé lo que quieras emprender y no te trates a vos misma peor de lo que tratarías a alguien que te cae bien.
A propósito del perfeccionismo, va una cita de Lamott:
 "Perfectionism is the voice of the oppressor, the enemy of the people. [...] I think perfectionism is based on the obsessive belief that if you run carefully enough, hitting each stepping-stone just right, you won’t have to die. The truth is that you will die anyway and that a lot of people who aren’t even looking at their feet are going to do a whole lot better than you, and have a lot more fun while they’re doing it."
4: cuando uno no sabe algo, hay que consultar a quienes la tienen clara. Siempre se puede aprender.

Find a Way, de Diana Nyad.
Es difícil meter a Diana en un casillero. Nació en 1949 y ha hecho muchas cosas: es nadadora de larga distancia, periodista, activista contra el abuso sexual, y la lista sigue. En 2013, en su quinto intento, logró nadar desde La Habana (Cuba) hasta Key West en los Estados Unidos. Hay una película sobre esa fabulosa proeza; se llama The other Shore y podés ver el trailer acá. Si sos fanática de los deportes, quizás te interese el costado deportivo de la historia de Diana. Si, como a mí, las historias de deportistas te inspiran poco o nada, puede que este libro te vuele la cabeza. Entre muchas otras cosas, aprendí que:
1: Cuando nuestro objetivo está muy lejos, en vez de poner la atención en el punto al que queremos llegar (y en la enorme distancia que nos separa de ese objetivo), podemos centrar nuestra energía en el ahora, en el proceso que nos está haciendo avanzar.
2: Crecer te permite volver sobre tu propia historia y, en vez de mirarla con odio o con nostalgia, encontrarle nuevos significados.
3: El destino no existe. Si alguna vez te hicieron sentir que eras una mierda, enterate: no sos una mierda. Trabajá duro y vas a lograr lo que te propongas. Tenés que ser perseverante y no caerte al primer fracaso. Para que algo te salga bien, antes te va a salir muy mal unas cuantas veces.
4: Las paspaduras son lo peor. Hacete amiga de los lubricantes.
La cita que elegí de este libro dice así: "I have never much respected society's expected standards. A woman asked me after a speech during the Cuba prep how I could train at this level, with the normal aches and pains that come at my age. I answered: Don't put your assumptions of what one is supposed to feel at my age on me. I defy those supossitions of limitations. If you feel aches and pains, say so. But I don't, and I refuse to follow your or anybody else's controlling and denigrating parameters of mediocrity." 

1 comentario:

  1. Hola Pela, qué bueno que comentes los libros. Espero los comentarios de los de entrenamiento. De estas que pusiste, no estoy de acuerdo con: "Trabajá duro y vas a lograr lo que te propongas. Tenés que ser perseverante y no caerte al primer fracaso." Me suena muy yanqui, y no me parece una buena recomendación. Yo diría: trabajá duro si tenés ganas... correr para mí no debería ser una obligación.
    Abrazo

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